El juego de roles y el aprendizaje por imitación: una visión al trabajo docente
Role-playing and learning by imitation: an insight into the work of teachers
David Esteban Almeida Chafla*
https://orcid.org/0009-0006-9276-8093
Maestría de Educación Inicial, Universidad Estatal de Bolívar, Guaranda, Ecuador
Martha López Quincha
https://orcid.org/0000-0002-7337-6442
Universidad Estatal de Bolívar, Guaranda, Ecuador
Maestría de Educación Inicial, Universidad Estatal de Bolívar, Guaranda, Ecuador
Recibido: 29 de octubre de 2024 Aceptado: 6 de enero de 2025 Publicado: 31 de enero de 2025
Resumen
El docente de educación inicial desempeña un gran papel ya que lo consideran como un modelo a seguir ya que debido a sus destrezas e inclusive carisma puede llegar a generar un impacto en el desarrollo integral. Recordemos que los infantes aprenden observando e imitando a los adultos significativos de su vida diaria, y los maestros no son la excepción ya que también en la etapa educacional los niños llegan a pasar gran parte de su tiempo en las instituciones es por ello, que son figuras clave en el desarrollo de habilidades sociales, emocionales y cognitivas. El comportamiento, actitudes y valores que los profesores demuestran en el aula son importantes ya que los niños son muy receptores y perciben todas las actitudes y acciones, por lo que un docente de educación inicial debe crear un ambiente de confianza y respeto, esto influye en su identidad y sus competencias académicas a lo largo de su vida. El docente que muestra empatía, respeto y colaboración, enseña a los pequeños la importancia de estos valores, promoviendo un ambiente de aprendizaje positivo y el desarrollo de habilidades socioemocionales críticas como la autorregulación y la empatía. Además, los educadores que poseen una inteligencia emocional tienen la capacidad, la paciencia y el amor a su carrera como docente, desarrollan actividades que estimulan a los niños a ser conscientes de la forma en que perciben el mundo y a demostrar sus sentimientos y pensamiento de manera segura. El objetivo de investigación es analizar la importancia del juego de roles y el aprendizaje por imitación en educación inicial.
Palabras claves: Juego de roles, aprendizaje, creatividad, desarrollo infantil, trabajo docente.
Abstract
Early childhood education teachers play a major role as they are considered role models, as their skills and even charisma can have an impact on overall development. Remember that children learn by observing and imitating the significant adults in their daily lives, and teachers are no exception, since children also spend a large part of their time in institutions during their educational stage, which is why they are key figures in the development of social, emotional and cognitive skills. The behavior, attitudes and values that teachers demonstrate in the classroom are important since children are very receptive and perceive all attitudes and actions, so an early childhood education teacher must create an environment of trust and respect, which influences their identity and academic skills throughout their lives. The teacher who shows empathy, respect and collaboration teaches children the importance of these values, promoting a positive learning environment and the development of critical socio-emotional skills such as self-regulation and empathy. Furthermore, educators who possess emotional intelligence have the ability, patience and love for their teaching career, to develop activities that stimulate children to be aware of the way they perceive the world and to demonstrate their feelings and thoughts in a safe way. The aim of the research is to analyze the importance of role-playing and learning by imitation in early education.
Keywords: Role playing, learning, creativity, child development, teaching work.
Introducción
Como expresa Peñafiel et al., (2023) “el juego de roles es una estrategia de aprendizaje que permite a los niños explorar diferentes situaciones y perspectivas al asumir roles diversos” (p. 196). El juego permite a niños y niñas explorar situaciones de la vida real, potenciando las habilidades sociales, la empatía y el desarrollo emocional. Estas actividades no solo enriquecen las experiencias de aprendizaje, sino que también fomentan la creatividad. Los beneficios de los juegos de roles, permiten a los niños representar situaciones de la cotidianidad, lo que facilita la comprensión de conceptos abstractos y el desarrollo de habilidades cognitivas, que utilizaran toda la vida.
De acuerdo a Esteves et al., (2020), “el papel del docente es como siempre enseñar, despertar en los niños y niñas el deseo de aprender y descubrir” (p. 994). Por lo tanto, el profesor no se limita a proporcionar los materiales necesarios, sino que implica también la creación de un entorno seguro y estimulante donde los niños se sientan libres de experimentar y expresarse. El educador debe asumir un papel de orientador y facilitador en las practicas pedagógicas en el entorno de enseñanza educativa. El juego se reconoce como una actividad fundamental en el aula, proporcionando una forma única para que los niños interactúen con su entorno y adquieran aprendizajes de forma divertida.
“El juego de roles, a esta edad los niños ya van canalizando el significado de la labor que aportan las personas dentro de la sociedad, para posteriormente tomar como iniciativa el poder brindar un ambiente amigable” (Sánchez y Carvajal, 2022, p. 7). Al involucrarse en estas actividades, los niños desarrollan habilidades de lenguaje, mejoran su capacidad de concentración y memoria, y fortalecen sus competencias para la resolución de problemas. Estos hallazgos subrayan la importancia de proporcionar actividades diversas y apropiadas para que estimulen el desarrollo del lenguaje, la exploración sensorial y las habilidades cognitivas en los entornos de educación de la primera infancia.
“A realidad contemporánea demanda un docente que tenga roles activos en la elección de alternativas pedagógicas, que estimule la capacidad de participar ofreciendo opciones que permitan a los educandos aprender críticamente” (Castillo et al., 2023, p. 13918). Entre estos se encuentran la falta de materiales adecuados, la escasez de tiempo en el cumplimiento del currículo para actividades no estructuradas, y la necesidad de formación específica para manejar situaciones en el juego de rol de manera efectiva. Los desafíos a los que se enfrenta el docente en el juego de roles son, la falta de iniciativa para involucrase y el motivar proporcionando ideas que dinamicen el interés del niño por la imitación.
La formación docente es insuficiente a pesar de su potencial, muchos no han recibido una formación específica sobre cómo llevar a la practica el juego de roles o como utilizarlo pedagógicamente dentro del salón de clases. Esta falta de preparación puede generar inseguridad y resistencia a la hora de aplicar en el aula. Por lo tanto, enfrentan los desafíos para implementar el juego de roles en educación inicial y resalta la necesidad de desarrollar estrategias y recursos que permitan a los docentes maximizar su potencial pedagógico, es esencial para conseguir una educación de calidad.
“El docente con iniciativa inventa juegos que se acoplen a los intereses, necesidades, expectativas, edad y al ritmo del aprendizaje” (Andrade, 2020, p. 132). En todo caso, el juego de roles, en los que se involucren actividades sensoriales, experiencias de exploración y aprendizaje basados en proyectos, permiten a los infantes aprender a través del juego y la experiencia directa. Mantener una comunicación constante y efectiva con las familias, informándoles sobre el progreso de sus hijos y proporcionando orientación sobre cómo apoyar el desarrollo en el hogar es fundamental para conseguir un aprendizaje sistemático.
Aplicando estrategias de enseñanza para atender a la diversidad de necesidades, habilidades, culturas y lenguajes presentes en el salón de clases, es la meta ideal de un docente preocupado por el desarrollo integral del niño. Fomentar un ambiente inclusivo donde todos los infantes se sientan valorados, seguros y apoyados en su proceso de aprendizaje, marcando la diferencia en los modelos educativos. El objetivo de investigación es, analizar la importancia del juego de roles y el aprendizaje por imitación en educación inicial, con lo que se aportaría al alcance de una educación de calidad.
El papel del docente de educación inicial como modelo a seguir
“El papel del educador en el desarrollo físico, emocional y social en los estudiantes de Educación Inicial, dentro del proceso de enseñanza aprendizaje como estrategia metodológica para lograr un verdadero aprendizaje significativo en los niños y niñas” (Esteves et al., 2020, p. 991). Al asumir un rol activo y empático, el docente no solo facilita la adquisición de conocimientos, sino que también fomenta el bienestar emocional, el desarrollo de habilidades sociales y el fortalecimiento físico, lo cual resulta clave en estas primeras etapas de aprendizaje. Utilizando estrategias metodológicas adecuadas, el profesor promueve un aprendizaje significativo que va más allá del académico, impulsando la creatividad, la autoconfianza y la capacidad de interactuar.
Según Blanchard y Fernandes (2021) manifiesta que, “los modelos que se concretan en la docencia están más influenciados por los modelos que hemos tenido como alumnos durante toda nuestra escolarización que por lo que podemos aprender durante la formación tanto inicial como continua, a no ser que en ella se expliciten, se deconstruyan, se reconstruyan y se establezcan procesos de enseñanza y aprendizaje que ayuden a pensar y concretar formas distintas” (p. 5). Los comportamientos, actitudes y valores que demuestran en el aula son interiorizados por los infantes, contribuyendo a la construcción de su identidad y al desarrollo de competencias sociales.
“Fortalecer sus capacidades para la planeación y evaluación; para el dominio de contenidos, del clima de aula y de sus prácticas didácticas; en técnicas de aprendizaje del alumno” (Juraz y Valenzuela, 2021, p. 34). Por lo cual, un docente que muestra empatía, respeto y colaboración enseña a los niños la importancia de estos valores en sus interacciones diarias Estas conductas no solo promueven un ambiente de aprendizaje positivo, sino que también ayudan a los infantes a desarrollar habilidades socioemocionales críticas como la autorregulación, la resolución de conflictos y la empatía.
Acosta (2023) plantea que, “el docente puede ser incluso un guía para que el alumno busque la autodeterminación: Los estudiantes con una motivación autónoma, que no se sienten obligados a realizar sus quehaceres escolares, son los que más prosperan” (p. 33). Los profesores que gestionan sus emociones de manera efectiva y modelan estrategias de afrontamiento adecuadas facilitan un ambiente seguro donde los niños pueden aprender a manejar sus propias emociones. Además, el uso del juego de roles por parte de los docentes para enseñar emociones y empatía se ha demostrado como una práctica eficaz para fomentar la inteligencia emocional en los niños.
Los profesores de educación infantil también actúan como promotores de conductas prosociales, es decir, aquellas acciones que benefician a otros y a la comunidad. La investigación de González y Navarro (2020) sugiere que, “las prácticas docentes, las cuales se entienden como las actividades cotidianas realizadas, orientada por un currículo, en un contexto escolar y social, dirigidas a la construcción de saberes y formación de los estudiantes como vía para el desarrollo personal y la convivencia social” (p. 12). Un docente que fomenta la cooperación, el compartir y la ayuda mutua en el aula, no solo enseña estas conductas explícitamente, sino que también establece un estándar de comportamiento que los niños están motivados a seguir.
Para convertirse en modelos a seguir efectivos, los profesores deben adoptar ciertas estrategias que refuercen su influencia positiva en los estudiantes. Considerando los aportes de Rubio (2023) que, “la capacidad del docente para establecer una comunicación efectiva y eficientemente óptima (con sus alumnos), al desarrollar en su personalidad un estilo de comunicación flexible y lograr resultados educativos deseados” (p. 429). Además, los docentes deben establecer relaciones sólidas y de confianza con sus estudiantes, lo que se logra a través de la comunicación respetuosa, la escucha activa y el reconocimiento de las emociones y necesidades individuales de cada niño.
El juego de roles y la imitación en la formación docente
El juego de roles y la imitación son estrategias pedagógicas valiosas en la formación de futuros profesores, ya que facilitan el desarrollo de competencias necesarias para la enseñanza efectiva. Según Loja y Quito (2021) describe, “las metodologías que permiten que una clase sea más activa, participativa, crítica y que desarrolle mejor las destrezas de los estudiantes, por ejemplo: el aula invertida, el aprendizaje basado en problemas o proyectos, el aprendizaje cooperativo y colaborativo” (p. 303). Al asumir diferentes roles, los futuros docentes pueden experimentar las emociones y pensamientos de otros, fomentando la empatía y la inteligencia emocional, aspectos esenciales para la práctica educativa.
Considera que aprender por medio de la imitación es la adquisición de nuevas conductas que son observadas las cuales se dan de forma inmediata y además fortalecen la adquisición de roles en los niños y niñas (Trávez, 2021, p. 7). Por lo tanto, esta práctica ayuda a los futuros maestros a internalizar conceptos pedagógicos y aplicar técnicas de manera efectiva en situaciones reales. Por lo cual, “la importancia del juego como estrategia pedagógica en la labor docente, con la finalidad de conocer y reflexionar sobre el valor de los juegos pedagógicos y la importancia que le deben dar los docentes para emplearlo en su trabajo diario como parte de una estrategia educativa” (Córdova, 2021, p. 182).
Según Sierra y Mendoza (2024), “el juego como actividad de socialización para los infantes, siendo las reglas o normas, las facilitadoras no sólo como parámetros de comportamiento durante la escenificación del juego, sino estimuladores para el desarrollo cognitivo en la comprensión del sentido específico a la actividad de jugar” (p. 179). Los juegos de roles también son un apoyo inconmensurable en las manos del docente, con ellos pueden los niños interactuar de forma divertida y aprender de los otros innumerables aspectos que le ayudarán a ampliar conceptos y a actuar en función de dicho aprendizaje, este modelado perdurara y se mostrara en acciones posteriores y en la formación de costumbres que serán parte de la vida del infante.
Por otro lado, Reyes et al., (2022) indica que, “los niños son protagonistas y creadores de experiencias nuevas, son capaces de crear sus propios juegos y de aprender a través de ellos, sin necesidad de la intervención del adulto” (p. 61). El juego de roles, nace de la creatividad del niño, de la experiencia y lo replica utilizando sus medios y la forma, cómo lo ve o lo percibe, también puede cambiar su realidad a otra anhelada, es menester que la docente intervenga en estos juegos como una participante más, actuando con el rol que los pequeños le asignan e ir observando desde ese punto las actuaciones par cuando se termine el juego conversar de situaciones o aspectos a mejorar.
La implementación de estrategias de juego de roles y de imitación en la formación docente también tiene un impacto significativo en la autoeficacia de los futuros profesores. Las actividades sociales, contempla la utilización de diferentes estrategias que se pueden incorporar a fin de desarrollar clases enfocadas en la resolución de problemas sociales propendiendo a la formulación de posibles soluciones a problemáticas suscitadas dentro del contexto. Entre estas pueden estar: el debate, juego de roles, mesa redonda, etc. (Garzón y Riera, 2021, p. 45). Esta confianza es crucial, ya que influye directamente en su desempeño en el aula y en su capacidad para enfrentar los desafíos del entorno educativo, tomando en cuenta la individualidades de los estudiantes.
La importancia de los juegos de roles en el aprendizaje en educación preescolar
Los juegos de rol son herramientas fundamentales en el aprendizaje durante la educación preescolar, son los primeros pasos para el desarrollo integral de los niños al permitirles explorar diferentes roles y situaciones. Como señala González et al., (2014),
En el juego temático de roles sociales nace el sentido de las acciones humanas a partir de las relaciones con otra persona. En esta actividad lúdica, el niño por primera vez se somete de manera placentera a las reglas del juego. Por ello es que el juego de roles constituye una actividad básica y necesaria para la formación de la conducta voluntaria y organizada, actividad en la cual el niño puede dirigir su atención. (p.292)
Otero et al., (2023) señalan que, “El juego simbólico, en el cual los niños representan situaciones y roles de la vida real, es especialmente relevante para el desarrollo de habilidades sociales y comunicativas, ya que los niños deben negociar y compartir significados con sus compañeros” (p. 1336). Al llevar a cabo estas actividades se brinda a los infantes que puedan “explorar y aprender del mundo, interpretando y recreando diversas situaciones de la vida real. Esta capacidad de asumir roles y representar diferentes personajes les brinda la oportunidad de explorar distintas perspectivas y desarrollar habilidades sociales, emocionales y cognitivas que son vitales para su desarrollo académico y social” (Moyolema et al., 2024, p. 153).
Por otro lado, González (2022) menciona que, “las temáticas de los juegos de roles se repiten de acuerdo con los intereses, motivaciones y solicitudes de los niños. De esta manera, ellos tienen la posibilidad de participar en diversos roles y están más conscientes de lo que dicen y de lo que hacen” (p. 301). El juego simbólico permite que los infantes se expresen y exploren una amplia gama de emociones, al asumir diferentes roles, ellos pueden experimentar y comprender emociones como la alegría, la tristeza, el miedo o la frustración. Por lo tanto, les brinda una vía segura para explorar y procesar sus propios sentimientos, así como para comprender de los demás.
En términos sociales, el juego de roles contribuye significativamente al desarrollo de habilidades interpersonales y de cooperación. Con base en Pinzón (2020) indica que, “los juegos intercambio de ideas y en el que será necesario generar acuerdos con sus pares lo que les permitirá interiorizar valores como el respeto, la escucha, la solidaridad y además la posibilidad de expresarse con seguridad y empoderamiento” (p. 17). Además, el juego de roles enseña a ser flexibles y a adaptarse a diferentes situaciones sociales, preparándolos para futuros entornos escolares y comunitarios.
La creatividad y la imaginación también se ven profundamente estimuladas a través del juego de roles. Según estudios recientes de Flores et al. (2024), “la estrategia de juegos de roles tiene una gran apertura para el desarrollo de la escritura y lectura creativa, ya que por medio de la realización de actividades que se pueden hacer con la estrategia antes mencionada se desarrollaría el pensamiento creativo de los alumnos, sobre todo porque optimizaría la interacción y colaboración dentro del aula de clases” (p. 427). La creatividad fomentada a través del juego de roles no solo es valiosa en el contexto educativo, sino que también es una habilidad esencial para la resolución de problemas en la vida diaria.
Asimismo, los juegos de roles apoyan el aprendizaje autorregulado, donde los niños aprenden a establecer metas, planificar sus acciones y reflexionar sobre sus experiencias. Como lo hace notar Licham (2022), “el juego didáctico es un tipo de actividad lúdica, sistematizada y ejecutada para alcanzar tanto metas de aprendizaje como crecimiento psicomotor y/o cognitivo, teniendo orientaciones pedagógicas y que combina aspectos lúdicos con los elementos de una organización eficiente de la enseñanza” (p.39). Al realizar estas actividades lúdicas se busca el desarrollo integral de los niños, este método de enseñanza se emplea para fomentar el conocimiento de una forma divertida y educativa, con el objetivo que el infante desarrolle sus habilidades cognitivas y sociales.
Estrategias para el desarrollo del juego de roles en el aula
De acuerdo al planteamiento de Martínez (2021), “los ambientes educativos son todos aquellos espacios donde se construye un aprendizaje, interactuando docentes y alumnos, fomentando la comunicación y proyectando confianza y apoyo hacia los niños, motivando sus conductas positivas y logros alcanzados en cada intervención docente, apoyadas en el currículo” (p. 12). Una estrategia es designar una área de juego donde los infantes tengan acceso a materiales, juguetes y objetos que les permitan crear y representar diferentes escenarios donde ellos tengan seguridad y se sientan motivados para desarrollar su creatividad activamente en el juego de roles.
Empleando las palabras de Caballero (2021), “el aprendizaje debe ser una experiencia significativa para los estudiantes. Por eso, los docentes a través de las diferentes estrategias que utilizan generan experiencias variadas para conseguirlo” (p. 863). Para fomentar “el juego como estrategia de aprendizaje debe participar de una planificación detallada, de la consecución de los materiales y la creatividad potenciada para mantener la atención de los niños” (Paredes, 2020, p. 20). Por eso, los educadores deben proponer actividades innovadoras para promover en los infantes las experiencias didácticas y lúdicas que necesitan para desarrollar sus habilidades sociales y emocionales.
En esta investigación nos permitió reconocer la importancia del juego de roles como una estrategia, que se ha venido utilizando con fines pedagógicos para el fortalecimiento de la convivencia y el desarrollo de los infantes, por lo cual les ayuda a estimular su creatividad, su imaginación, para el desarrollo de grandes habilidades sobre todo lo social. El juego permite que “los niños sean más creativos mientras desarrollan su propia imaginación, para descubrir el mundo en el que vive y aprender habilidades que le ayudaran a fortalecer las habilidades sociales y de comunicación, preparando a los niños para futuras interacciones en su vida escolar” (Pérez, 2021).
Figura 1
El juego de roles
Nota: Tomado de Ascencio, L. (2022)
Pasquel y Pinedo (2021), indican que:
El juego es indispensable en la etapa preescolar del niño, porque no solo se presenta como algo ameno, sino que también se asocia con el aprendizaje que se puede brindar usando el juego como estrategia, logrando resultados notables en la vida académica de cada uno de los estudiantes, llegando a facilitar a los docentes impartir sus enseñanzas. (p. 6).
Como ya se sabe el juego de roles son herramientas poderosas para moldear el comportamiento de los infantes, por ellos fomenta la empatía, el crecimiento y aprendizaje de la vida de los niños. En lo cual los juegos permiten que los infantes experimentan distintos roles y situaciones que pueden no ser parte de su realidad cotidiana.
Conclusiones
El juego de roles son metodologías utilizadas por los docentes en el área de educación inicial, puesto que permite a los niños tener una mejor aceptación del medio que los rodea mediante la empatía a temprana edad. Con la aplicación de estas prácticas, los niños desarrollan habilidades sociales, emocionales y cognitivas al ser actores de diferentes roles y comportamientos de la vida real, facilitando la aceptación de normas sociales, la construcción de su identidad y sobre todo el respeto a las decisiones de los demás. También se crea en los niños la capacidad de resolver problemas y la toma de decisiones oportunas que les serán útiles a lo largo de su vida.
El rol de un docente de educación inicial es el principal modelo a seguir, para el acompañamiento cuando los niños empiezan su vida escolarizada es el lugar donde pasaran la mayoría de su tiempo convirtiéndose en su segundo hogar, es por ello que el educador es un referente de actuación fundamental en la formación integral. Para que los niños aprendan a desarrollar sus habilidades sociales, emocionales y cognitivas su mayor influencia son los maestros, quienes deben poseer una adecuación académica de calidad, buena actitud, paciencia, dinamismo, y valores para promover un ambiente de aprendizaje positivo para un desarrollo integral.
El juego de roles ha demostrado ser una estrategias académica de suma importancia en el ámbito pedagógico, pero también su implementación enfrenta varios desafíos, el más notorio la falta de recursos que limita la adquisición de materiales didácticos adecuados, un escenario o espacio para esta actividad, poca inversión en la formación docente y tiempo limitado en el currículo. Lo que genera una lucha continua en la búsqueda de recursos para sobrellevar estos aspectos negativos y poder centrarnos en el objetivo principal que es el desarrollo integral de los niños y su bienestar.
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