Poveda R.
in the water treated with the chemical-organic combination. Moringa oleifera stood out as the most promising
extract, since, by replacing 37.5% of the chemical coagulant, turbidity values were achieved that comply with the
NTE INEN 1108:2011 standard. This research demonstrates the potential of organic coagulants as a viable and
sustainable alternative in the drinking water treatment process.
Keywords: Water, Adjuvant, biomass, tests, coagulation.
1. INTRODUCCIÓN
El agua es el elemento más esencial para la vida, sin
embargo, esta no está disponible para toda la
población, es decir, existe una escasez de agua para
consumo especialmente en los países en vías de
desarrollo (Canaza & Mamani, 2020). En el 2015 la
Organización Mundial de la Salud (OMS) señalo que
sólo el 71% de la población tiene acceso a la dotación
de agua potable, que puede ser utilizada para: el
consumo humano, fabricación de alimentos,
actividades domésticas, recreativas, etc.
El agua para consumo debe cumplir los parámetros que
se detalla en las normas INEN 1108:2011, ya que la
calidad de la misma tiene un efecto directo sobre la
salud de la población que la consume (Pérez & Torres,
2019); sin embargo, esta puede modificarse por la
presencia de contaminantes como: microorganismos
infecciosos, productos orgánicos, químicos, los cuales
se derivan principalmente de las actividades
antropogénicas (Bravo et al., 2016; Organización
Mundial de la Salud, 2023). Y debido a la presencia de
estos agentes contaminantes, el agua proveniente de
fuentes naturales generalmente debe pasar por varios
procesos en donde se utilizar productos químicos
tradicionales, para estar óptima para el consumo
humano (Choque et al., 2018).
El agua proveniente de fuentes naturales en su
composición contiene partículas en suspensión y
coloidales, las cuales son las que dan la turbidez y el
color a los cuerpos de agua, y en algunos casos puede
alterar la calidad de esta, por lo que es necesario un
tratamiento para la eliminación de dichos parámetros
(Cabrera et al., 2022; Méndez et al., 2022). En el
proceso de potabilización del agua se lleva a cabo la
operación denominada coagulación -floculación en
donde se utiliza compuestos de origen químico, que en
la mayoría de los casos generan productos derivados
(lodos) con elevados niveles de toxicidad por la
presencia de metales como el aluminio, menor
porcentaje de degradación y de un elevado valor para
su adquisición (Trujillo et al., 2014).
La coagulación y floculación son dos procesos que se
dan de manera simultánea, la coagulación por su parte
desestabiliza el material coloidal que se encuentra en el
agua, mientras que, en la floculación dichas partículas
coloidales forman flóculos, los cuales ayudan a reducir
la turbidez y el color en las muestras de agua tratada
(Carrillo & Zavala, 2023). Entre los coagulantes
convencionales utilizados para este proceso se puede
mencionar al sulfato de aluminio (alumbre) y
policloruro de aluminio (PAC), los mismos que
presentan gran efectividad para reducción de la
turbidez, sin embargo, son de alto valor económico y
en varios casos de un impacto ambiental negativo
(Moreira & Moreira, 2022). Tales como: aparición de
metales pesados, generación de grandes cantidades de
lodos residuales, alteración del pH, incremento de la
concentración de sales en los cuerpos de agua, entre
otros (Ariza & Gutiérrez, 2020; Carrasquero et al.,
2019).
Por estos aspectos negativos anteriormente citados, los
científicos se encuentran en la búsqueda de nuevas y
eficientes alternativas que brinden similares
posibilidades de los tratamientos convencionales de
mejorar la calidad del agua con el uso de compuestos
basados en productos naturales, que no produzcan
ningún tipo de toxicidad (Organización Mundial de la
Salud, 2019). Como, por ejemplo, en varios países
asiáticos y africanos últimamente ya se ha iniciado la
utilización de polímeros orgánicos como auxiliares a
los compuestos químicos usados en la etapa de
coagulación especialmente en cuerpos de agua con
altos índices de contaminación y turbidez. Estos
productos novedosos presentan una efectividad
análoga o mayor a los coagulantes tradicionales, por
sus características biodegradables (Ramírez &
Jaramillo, 2016).
De acuerdo con las recientes investigaciones, en la
naturaleza se puede encontrar algunos polímeros y/o
polisacáridos de origen animal y vegetal o en algunos
casos sus respectivos residuos, los cuales presentan
propiedades floculantes naturales, como, por ejemplo:
almidón, moringa, linaza, maíz, naranja, entre otros
(Choque et al., 2018). Dichos extractos pueden ser
utilizados principalmente para la remoción de la
turbidez durante el tratamiento de agua. Otro tipo de
extracto, como el mucílago de la tuna (Opuntia ficus-
indica) puede ser utilizado en procesos para el
tratamiento inicial de las aguas residuales
especialmente de la industria minera por su capacidad
para reducir el porcentaje de acidez en dichas aguas
(Reyes, 2020).
En el caso de coagulantes provenientes de animales se
puede mencionar como pionero al quitosano obtenido
del caparazón de los crustáceos, el colágeno también
presenta propiedades coagulantes, debido a las
proteínas presentes en su estructura (Moreno et al.,
2020). Adicionalmente, existe un sinnúmero de
investigaciones del uso de moringa (Moringa Oleífera)