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daderos, en el pragmatismo, en cambio,
se requiere entender la estructura de la ex-
periencia, mientras que en la innovación
misma del marketing, tiene que ver con la
complejidad, entendida desde la gestión
especíca en la organización o en la em-
presa, donde nace de la voluntad de los
que la conforman, sin desligarse del resto
de los subsistemas que lo integran y estos
con relación al entorno, produciéndose
una vinculación entre los sujetos y el ob-
jeto. De igual modo, el marketing deon-
tológico, tiene una triple función: a) educar
con responsabilidad social ambiental a los
consumidores y demás grupos de interés,
b) rediseñar el marketing mix para incor-
porar el factor medioambiental y c) crear
una cultura que trascienda las fronteras de
la empresa.
En consecuencia, para conseguir el desar-
rollo sostenible, las empresas deben ges-
tionar sus procesos en base a políticas de
producción más limpia y responsabilidad
social ambiental, de tal manera que no se
comprometa la capacidad de satisfacer las
necesidades futuras de las próximas gener-
aciones. De igual forma, el marketing de-
ontológico para aportar a la sostenibilidad
tiene algunas acciones: concientización
medioambiental a los empresarios, con-
sumidores y demás grupos de interés,
denir las variables del marketing, imple-
mentar incorporar el factor medioambi-
ental, crear una cultura que trascienda las
fronteras de la empresa y de los stakehold-
ers.
En cuanto al problema de investigación
se plantea: ¿Cómo incrementar la respon-
sabilidad social ambiental de empresas y
consumidores? Teniendo como base fun-
damental, algunos postulados de autores
reconocidos en el área de marketing:
(Stanton, 2000), en su marketing ético,
plantea que: “ A lgunas empresas gen-
erar productos adulterados, productos
defectuosos, productos y servicios insegu-
ros, presentan productos caducados y lo
que es más grave una gran cantidad de en-
vases y embalajes que generalmente van
a la basura produciendo contaminación
al medio ambiente”; reriéndose al tema
(Cannon, 1994), arma: “Las empresas, al
no tener producciones limpias no actúan
con responsabilidad social generando un
gran impacto negativo en la sociedad”.
Finalmente con relación a los consumi-
dores: “Las personas somos constante-
mente amenazadas por publicidades que
generan las empresas, diariamente escu-
chamos que la televisión nos manipula,
que el público entendido como una masa
amorfa se enajena, se frustra, siente de-
seos de emular a los héroes de los pro-
gramas” (Garcia Roca, 1994).
Por otro lado (Molina, 2010); Algunas
personas, no somos socialmente respon-
sables, no tenemos cultura social y arro-
jamos los desperdicios por todo lado sin
tener en cuenta el tipo de material que
se está botando, es decir no existe una
cultura de reciclaje y peor aún de
cuidar nuestro planeta; reriéndose
a los consumidores (sociedad), (Albar-
diaz, 1998) maniesta que: “La compra
ecológica, no ha crecido al mismo ritmo
que la sensibilización medioambiental
de la sociedad, producción una brecha
entre los requerimientos de la sociedad
moderna y los consumidores, cada vez
compramos más productos con envases
no degradables, o que no se los pueda re-
utilizar, contribuyendo a la acumulación
Edwin Vásquez et al.
1(1): 11-24. 2018